La ficción como recurso para la intervención social y educativa
"A mí me gusta reconocer en la pantalla a la gente, no que me cuenten historias de gente inventada, de gente que no existe" Icíar Bollaín, directora.
Existe una gran variedad de herramientas audiovisuales y
nuevas tecnologías que pueden ser muy útiles al servicio de la intervención
socioeducativa, pero en mi opinión hay un claro vencedor: el vídeo.
Y más aún desde que podemos grabar con alta calidad desde un
teléfono móvil. Por ello es importante que explores los principales géneros y
formatos, ya que las posibilidades son de lo más variadas e interesantes.
Quizás el género que más se utiliza en contextos de
intervención social y educativa sea la ficción. Y el formato elegido suele ser
el cortometraje, normalmente dramático.
Probablemente se deba a la necesidad que tenemos de contar
historias: los cortometrajes de ficción nos permiten narrar conflictos por los
que pasan personajes con los que nos identificamos.
Este es un ejemplo:
Saca a
la niña de aquí. Armando Molina, 2013. Duración: 2’30 minutos.
Las posibilidades que te brinda un proyecto de ficción son
infinitas, ya que son tantas como ideas se te ocurran. Por eso te animo a que
no te limites al corto dramático. Es una opción interesante, pero en mi opinión
ya vemos demasiadas historias duras en nuestro trabajo y esta es una buena
oportunidad para oxigenarnos.
Este es un divertido ejemplo que nos muestra que es posible
hablar de situaciones dramáticas con sentido del humor:
Un corto
recortado. Alumnado y profesorado de primaria y secundaria de Valderrobres
(Teruel). 2013. Duración: 19 minutos.
Comedias, thrillers,
fantasías, aventuras... pueden ser al mismo tiempo historias que denuncian, que
visibilizan, que cuestionan. También te invito a que, si eliges ficción,
barajes distintos formatos. Recuerda que una historia se puede contar en hora y
media, en cinco minutos, en varios capítulos o incluso en pocos segundos.
Un ejemplo de una historia
contada en 30 segundos:
5,25.
Jorge Esteban Blein, 2007. Duración: 30 segundos.
Como ves en muy poco tiempo podemos contar historias que
además inviten a la reflexión.
Y para que veas que todo es posible, aquí tienes un western de humor en 30 segundos. Es muy
tonto, lo sé. Pero es divertido y creativo.
El
asalto al banco por la pequeña Calamity García. Alberto González y Carlos
Pantamaría, 2013. Duración: 30 segundos.
Uno de los principales problemas que
te puede ocasionar elegir ficción es que se te disparen los costes. Por eso,
quiero compartir contigo algunos consejos sobre ficciones que salen más baratas:
-
Mejor en casa: los exteriores siempre ocasionan dificultades y
aumentan los tiempos (y los gastos). Piensa en historias que puedas rodar en
interiores.
-
Hablar es gratis: las escenas de acción pueden
requerir material con el que no cuentes. Si tu historia habla de conflictos
relacionales, podrás basarla en diálogos, lo que te permitirá abaratar costes.
Aproxímate más al teatro y menos a Hollywood.
-
El pasado sale caro: las historias de época requieren
contar con atrezzo y decorado
específico y costoso. Las historias actuales por lo general no.
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