¿Qué es el crowdfunding?
Una estrategia que se
utiliza con mucha frecuencia en el ámbito audiovisual es el crowdfunding o micromecenazgo. Se trata
de una financiación masiva en la que muchas personas donan una cantidad
más o menos pequeña de dinero a un proyecto, a cambio de distintos tipos de
contraprestaciones.
Son las
llamadas recompensas: siempre hay
que ofrecer algo a las personas que te han apoyado. Por ejemplo: aparecer en los créditos,
recibir un DVD, invitación al estreno, postal firmada…
El crowdfunding se realiza a través de plataformas de Internet,
teniendo todas un funcionamiento muy similar:
1. Registro.
Debes inscribirte explicando quién eres, el proyecto, dinero necesario y para
qué se necesita, así como distintos
niveles de aportación con sus recompensas asociadas. Sólo se puede presentar un
proyecto por usuario.
2. La
plataforma lo revisa y decide si aprobarlo o si necesita más información.
Algunas obligan a una fase previa en la que tienes que conseguir un determinado
número de votos.
3. Una vez
aceptado tienes una página de tu proyecto que puedes editar y a la que puedes
añadir fotos y vídeos (normalmente un tráiler o un vídeo explicando el
proyecto). Cuando esté listo se dará de alta y comenzará el plazo de
recaudación.
4. Los
plazos varían en función de la plataforma, desde los 30 a los 90 días
aproximadamente. Algunas tienen el plazo establecido y en otras tienes que
ponerlo tú, pero siempre hay que marcar
un plazo.
5. Finalización
del plazo: el llamado “100% o nada”. Hay dos opciones:
Si alcanzas el 100%: recibes el dinero, descontando
la comisión de la plataforma (del 1 al 8%) y de las entidades financieras
(varían bastante). Puedes pasarte del 100% y seguir recibiendo aportaciones
hasta que finalice el plazo.
Si no alcanzas el 100%, tu proyecto se desactiva y
no recibes las aportaciones. En cuanto a quienes te apoyaron, reciben el
reembolso.
Además
estas plataformas te permiten interactuar con las personas que te apoyan a
través de pregunta-respuesta y también puedes mandarles mails generales o
personalizados. Tienes un listado de todos tus mecenas con su nombre de usuario
(puede ser ficticio para garantizar su anonimato) y la aportación realizada.
Todas estas
plataformas están interconectadas con Facebook
y Twitter y algunas también con otras
redes como Linkedin. Además algunas
te proporcionan un blog para proporcionar información actualizada a tus
colaboradores.
No tienen
cabida proyectos cuya finalidad sea exclusivamente de lucro, ni venta de
productos o servicios, ni campañas políticas o de recolección de fondos para
iniciativas de beneficencia. Tampoco publicarán contenido contrario a la ley,
ya sea lesivo, racista, xenófobo, sexista, ofensivo, pornográfico, etc.
Por
último, comparto contigo dos artículos interesantes que describen los detalles
de varias plataformas crowdfunding:
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